PRÁCTICA 2

 

Otras técnicas invasivas menores

Adquirir destreza en la realización de diversas maniobras habituales en la práctica médica.

Ø      Prácticas de punción lumbar sobre maniquí.

Ø      Sondaje urinario sobre maniquí (masculino y femenino).

Ø      Tacto rectal sobre simulador.

Ø      Exposición teórica de las técnicas e indicaciones de la punción y drenaje torácico. Mostrar el material al alumnado.

 

TEXTOS DE APOYO A LA PRACTICA

 

Punción lumbar

Sondaje uretral  

Toracocentesis  

Colocación de una sonda nasogástrica  

Paracentesis

Pericardiocentesis

PUNCIÓN LUMBAR:

Sus indicaciones son diagnósticas (para la extracción de líquido cefalorraquídeo que se enviará a estudio en el laboratorio o para medición de la presión en el interior del canal medular), y terapéuticas (ya sea para anestesia raquídea o para tratamiento del dolor).

En la práctica de la punción lumbar es necesario conocer la topografía de la columna lumbar. Incurvando el tronco, sobresalen hacia atrás las apófisis espinosas, que se palpan con facilidad en la línea media. En la punción lumbar se penetra en el conducto raquídeo por el espacio interlaminar (entre dos apófisis espinosas).

Los arcos vertebrales se unen entre si por medio de tres ligamentos: el ligamento amarillo (entre las láminas de los arcos vertebrales), los ligamentos interespinosos (entre los bordes de las apófisis espinosas) y los ligamentos supraespinosos que entrelazan entre si los extremos de dichas apófisis. En la punción lumbar media, se atraviesan los tres ligamentos, mostrando el amarillo una mayor resistencia; al superar ésta, la aguja se encontrará situada en el espacio peridural. La duramadre muestra una menor resistencia a la penetración encontrándose revestida en su parte interna por una fina aracnoides, que contiene la médula rodeada por el líquido cefalorraquídeo. La piamadre, descansa directamente sobre la médula. La médula termina a nivel de la mitad de la segunda vértebra lumbar y se continúa con los nervios de la cola de caballo, colocados a ambos lados de la línea media.

Las referencias anatómicas más importantes para la realización de la punción lumbar son los bordes superiores de las crestas iliacas y los espacios interespinosos vertebrales que se palpan a ese nivel (la cresta iliaca queda a nivel de la apófisis espinosa de L4). Palpando en dirección cefálica se reconocen el tercero y el segundo. Estos tres espacios son considerados seguros para la punción con base en la anatomía descrita.

 

SONDAJE URETRAL:

Se indica en el tratamiento de la retención urinaria, para el control de la diuresis, en la vejiga neurógena, en el postoperatorio de cirugía de vías urinarias, para obtención de muestras de orina estéril y para instilar medios de contraste y fármacos.

La técnica de sondaje en el hombre se resume en los siguientes pasos:

v    Retraer el prepucio.

v    Desinfectar la zona.

v    Preparar y colocar el campo estéril sobre el pene.

v    Utilizar guantes estériles.

v    Lubricar el tercio distal de la sonda.

v    Introducir la sonda en el meato uretral.

v    Avanzar la sonda.

v    Comprobar la posición de la punta de la sonda visualizando la salida de orina.

v    Inflar el balón de la sonda.

v    Retirar suavemente la sonda y conectarla a un sistema de drenaje cerrado.

v    Recubrir nuevamente el glande con el prepucio.

La técnica de sondaje en la mujer consiste en:

v    Desinfectar la zona.

v    Preparar y colocar el campo estéril.

v    Utilizar guantes estériles.

v    Visualizar el meato uretral separando los labios con los dedos pulgar e índice de la mano izquierda.

v    Lubricar el tercio distal de la sonda.

v    Introducir la sonda en el meato avanzarla hacia la vejiga 10 cm.

v    Comprobar la posición de la punta de la sonda visualizando la salida de orina.

v    Inflar el balón de la sonda.

v    Retirar suavemente la sonda y conectarla a un sistema de drenaje cerrado.

 

 

TORACOCENTESIS:

Sus indicaciones son el diagnóstico etiológico del derrame pleural y la extracción terapéutica de líquido pleural o aire, como medida inicial en un neumotórax a tensión.

La técnica de toracocentesis se resume en los siguientes pasos:

v          Revisar la radiografía de tórax.

v          Utilizar mascarilla y guantes estériles.

v          Preparación y colocación del campo: para aire en el segundo o tercer espacio intercostal en la línea medioclavicular; para líquido en el primer o segundo espacio intercostal inferior al nivel de matidez en la línea axilar media-posterior o a nivel subescapular, pero no más abajo del octavo espacio intercostal.

v          Infiltrar anestesia local apoyándose en el borde superior de la costilla, hasta la pleura.

v          Introducir la aguja de toracocentesis (montada en la jeringa) hasta llegar al espacio pleural.

v          Aspiración de la muestra.

v          Retirar la aguja y aplicar un apósito estéril.

v          Hacer una radiografía de tórax de control.

Este mismo procedimiento se puede realizar empleando un Abocath o un Intracath, dejando introducido el catéter en la cavidad, para conseguir un drenaje más completo.

 

COLOCACIÓN DE UNA SONDA NASOGÁSTRICA:

Las indicaciones de este procedimiento son: la aspiración de secreciones gastroduodenales (en casos de paresia gástrica, íleo, etc.), la alimentación enteral, el estudio y/o eliminación del contenido gástrico (lavados gástricos), la prevención de broncoaspiración en enfermos con bajo nivel de conciencia o problemas de deglución, el diagnóstico y seguimiento de la hemorragia digestiva.

La técnica de colocación se resume en los siguientes pasos:

v          Calcular la longitud de la sonda.

v          Preparar la sonda para su inserción curvando ligeramente el extremo distal y lubricando los últimos 15 cm.

v          Introducir la sonda a través de la nariz hacia la faringe.

v          Empujar la sonda hacia el esófago mientras el paciente traga.

v          Comprobar la posición de la sonda en el estómago, auscultando sobre el estómago mientras se inyectan 50 cc de aire.

v          Sujetar la sonda a la nariz con un esparadrapo.

 

PARACENTESIS:

Consiste en la punción y evacuación del líquido acumulado en la cavidad peritoneal. Sus indicaciones fundamentales son en el diagnóstico y tratamiento evacuatorio de la ascitis; ocasionalmente puede emplearse en el diagnóstico de algunas formas de peritonitis y en los traumatismos abdominales cerrados.

La técnica de realización de ésta es la siguiente:

v          Afeitar y preparar un campo estéril en el área infraumbilical.

v          Infiltrar anestesia local: las zonas de elección son 5 cm por debajo del ombligo en la línea media, la línea media supraumbilical o en las fosas iliacas derecha o izquierda.

v          Pedir al paciente que levante la cabeza para tensar la pared abdominal.

v          Puncionar con la aguja o catéter hasta penetrar en la cavidad abdominal.

v          Aspirar el líquido peritoneal o conectar el catéter a un sistema de drenaje aspirativo o no.

 

 

PERICARDIOCENTESIS:

El incremento de heridas penetrantes en tórax, en las que está comprometido el corazón y el auge de la cirugía cardiaca incrementa la necesidad de punciones pericárdicas con fines tanto diagnósticos como terapéuticos.

Las indicaciones de la pericardiocentesis son: Taponamiento cardiaco, drenaje de derrames pericárdicos, diagnóstico etiológico de un derrame pericárdico.

La técnica de realización del procedimiento se resume:

v     Conectar al paciente las derivaciones de los miembros de EKG.

v     Utilizar mascarilla, batas y guantes.

v     Preparación campo: Sobre el abdomen y la parte inferior del tórax.

v     Anestesia local: ángulo costoxifoideo izquierdo a 1 ó 2 cm por debajo del reborde costal.

v     Inserción de la aguja de pericardiocentesis.

v     Extraer líquido pericárdico.

v     Retirar el catéter.

v     Aplicar el apósito.